LECTURAS DE EVANGELIO

JESÚS, MARÍA Y JOSÉ: FAMILIA HUMANO-DIVINA. LA BUENA NOTICIA DE LA NAVIDAD

(Traducción-adaptación de fe adulta para las catequesis de confirmación)

Un ángel aparece en sueños a María y a José: Poned un nombre al niño 

María vivía en Nazaret, era novia de José. Se le apareció como en sueños un ángel: Alégrate, muchacha, que Dios te quiere mucho y te prepara un regalo. Cuando notes que estás embarazada, ese será el regalo. María se sonrojó: “Pero…todavía es muy pronto para eso…” “Tranquila, María, que el Espíritu del Señor sabe cómo hacer las cosas. Ahora su encargo es que cuando nazca el niño le tenéis que poner por nombre Jesús Salvador, porque viene para la salvación de todo el mundo. (Lc  1, 26-38

María, que estaba desposada con José, aunque aún no convivían y, antes de convivir con él, notó que estaba embarazada: actuaba en sus entrañas el Espíritu de Vida. José se preocupó al escuchar lo del nombre. Él prefería llamarle David por sus antepasados. Pero más le preocupó lo que diría la gente al saber que Marúia estaba ya embarazada. Tardó aquella noche en conciliar el sueño. Luego le angustió una pesadilla: ¿Dejar mal en público a María? ¿Repudiarla en secreto? ¿Atreverse a preguntarle qué ha pasado? ¿Qué le han hecho?… La pesadilla se tornó sueño tranquilo y una visión angélica le calmó la arritmia: “José, descendiente de David, no tengas reparo en unirte a María. Al fruto de su seno le está dando aliento el Espíritu del que Vive. Dará a luz un hijo, será vuestro hijo y le pondréis por nombre Jesús, que significa el que libra del mal a su pueblo (Mt 1, 18-21). Ponedle el nombre de Jesús: Salvador, y Enmanuel: Dios con nosotros. Este niño es el Enviado que anunciaron los profetas.” (Mt 1, 18-25)

Nacimiento de Jesús 

Nace el niño Jesús en Belén, en un establo de las afueras, unos pastores felicitan a sus padres y les regalan queso mientras se oye cantar a los ángeles: Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra, porque a todas las personas las quiere mucho Dios.

Unos pastores pasaban la noche al raso velando el rebaño. La gloria del Señor los envolvió de claridad y se asustaron. El ángel dijo: No temáis, os traigo buena noticia, gran alegría para todo el pueblo. Ha nacido el que os libera, lo encontraréis envuelto en pañales y acostado en un pesebre, por ser alimento, pan de vida para todo el pueblo. ¡Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a todos los hombres y mujeres, porque a todos los ama el Señor (Lc 2, 8-14).